Descendiendo en la fría aurora,
tímido, solitario, casi sin rostro;
Porque no tengo nada que entregar.
Ayer perdí mi sol.
Desesperado por una gota de esperanza,
Atormentado por el aposento de la muerte
Y enfermo por los gusanos que comen
Mi habitación desordenada.
Mi vela mortecina, que me acompaña
en el sufragio de mis tormentos y
Que ilumina mi danza en las lagunas
del silencio, eres mi amada amiga en el hundimiento .
Angustiado, casi al borde del
Útimo suspiro, te veo,
Te amo y te detesto;
Eres miel dulce y yo soy un charco y un lamento.
Bajo a las tiesas manos;
Que festejan mi esperado regreso,
Me entrego a las sombras
Y olvido toda luz que pueda existir
Descendiendo en la fría aurora,
Botó mis harapos,
Maldigo al dios tiempo y
Sus despreciables amigos
Y cierro mis ojos,
Y no hay nada más,
Yo perdí mi sol,
No te sumerjas conmigo, no tengo alma ni pasíon
No te sumerjas conmigo,
Y lee tus absurdos poemas de amor,
No te sumerjas conmigo,
Y respira lo que quise respirar yo.
- Autor: Escritor mediocre ( Offline)
- Publicado: 3 de julio de 2018 a las 03:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
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