Hoy amanecí igual que todos los días, sin ganas de hablar, sin ganas de luchar, sin ganas de sentir.
Hoy, como todos los días, mi cuerpo se embriaga en un sentimiento de melancolía, de soledad absoluta, de tristeza sin retorno alguno.
Mientras más pasa el tiempo, sigue creciendo aún más; no es para menos, si todos los días mi inquietud sigue cogiendo aún más fuerza.
Como no pensarlo, como no preguntarme si entre más le doy a una mujer que me guste, más rápido me deja.
Me he dedicado a darles del amor que Camilo Torres me enseñó, de ese amor tan eficaz que nace de lo más profundo y puro de nuestros corazones
Le abrí mi vida sin condición alguna, bueno, la única condición para ella, fue su amor incondicional. Pero esta, esta última acción, de abrirle mi corazón, a su vez sepultó lo que ella sentía por mí.
Ahora entiendo por qué mi papá me pedía ser cauteloso en las cuestiones del amor, puesto que hoy, estoy al igual que siempre, esperando un amor…
- Autor: nicogamboa ( Offline)
- Publicado: 4 de julio de 2018 a las 12:14
- Categoría: Triste
- Lecturas: 12
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