En un recodo del tiempo,
abrazada a su silueta.
vive una pena de amor,
que se quedó sin respuesta.
Custodiada por guardianes,
que protegen su inocencia.
Entona cantos de amor,
que alivien su duermevela.
La morada en la que habita.
de aromas y vientos hecha.
Flota ingrávida en el tiempo,
en la cárcel de sus penas.
En su figura maltrecha.
Se adivinan desventuras,
de su alocada carrera.
Esperando que otros sueños,
acudan a estar con ella.
Viejos temores que asaltan,
la frágil paz que la alberga.
Como temblores del tiempo,
que sacuden la conciencia.
Vibrando con cada fibra,
lo inestable de la senda.
Los taimados enemigos,
que en cada rincón acechan.
Bocanadas impacientes,
adornadas con batuecas.
El Sol se va retirando,
mientras la Luna le espera.
Y bailando de la mano.
Van fundiéndose en silencio,
como la plata y el ébano.
En respetuoso relevo.
La actividad y el descanso.
Amores muy diferentes,
pero en el fondo hermanados.
En un recodo del tiempo.
Viven los viejos agravios.
Proyectos que se quedaron,
como vacilantes astros.
Falsas verdades a medias.
Sentimientos amputados.
Los amores diluidos,
en sus patentes fracasos.
Suspiros de aire caliente,
de aquellos ardientes labios.
En sus pasos vacilantes,
el Hombre se va quedando,
con la esencia de los años.
Frutos perennes sembrados,
en su caminar errante.
Reliquias en el morral,
de los recuerdos soñados.
A. L.
http://alupego.blogspot.es/2
- Autor: alupego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de julio de 2018 a las 00:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.