Se me pasa la tarde
sin dejar unas letras
en mi humilde cuaderno
que adolece de ellas,
y es que hay tardes y tardes
y esta es una cualquiera,
en que el alma se encoge
con dolor y sin fuerza,
mientras tanto lo intento
y restaño las penas
y también a la lluvia
que a mis ojos aqueja;
ya vendrán otros tiempos
y también primaveras
con veranos y estíos
y mil noches de estrellas...
Pero puede que el tiempo,
que ahora pasa y se aleja,
paralice un suspiro
de mi boca reseca,
y se quede temblando
esa frase sincera
que decía "te quiero"
con la voz del poeta,
y es que pasa la tarde
y retorno a la iglesia,
a la humilde capilla
que aceptó nuestras velas,
y aunque el tiempo transcurra
y no acepte respuestas,
yo pregunto y pregunto:
¿dónde estás mi barquera...?
"...Va pasando la tarde
entre dudas eternas,
siento el alma dormida
y la noche se acerca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/07/18
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