EL PRINCIPIO DEL FIN. (Narrativa)

Ma. Gloria Carreón Zapata.



 

 

 

Esa tarde a su regreso a casa vio a lo lejos una diminuta luz y, conforme se iba acercando hacia aquel fulgor, éste, se iba alejando de su mirada.

 

Cuando llegó hasta donde creía era el sitio de dónde provenía originalmente, buscó algún indicio que le confirmara el lugar exacto, mas no logró su propósito; de esa manera, desalentado, picó espuelas para apresurar su camino; era común que a veces se le hiciera tarde y regresara ya entrada la noche.

 

Luego de dejar en el establo listo para dormir al “Negro”, el cual era el nombre del caballo de brillante pelaje, al poder arribar finalmente al calor de su hogar, después del saludo y mientras se quitaba la chaqueta para colgarla en un perchero junto a la chimenea encendida, le habló a su bella esposa en tono de confesión:

 

--No te lo había querido decir para que no pienses que estoy loco pero… ¿sabes?…--.

 

Captando con ello la atención de su mujer quien tejía a la luz de un quinqué con ayuda también del resplandor del fuego en la chimenea, siguió comentándole en el mismo tono:

 

--Algunas ocasiones al regresar del potrero… he podido ver una luz que se comporta de una manera extraña…--.

 

La mujer, precavida, le aconseja:

 

--Deberías de tener cuidado y llevarte una lámpara… seguramente debe ser un cazador y… así… con una linterna tú también… no puedes de ninguna forma confundirte en la oscuridad de la noche con algún animal…--.

 

Él, respondió seguro:

 

--No… definitivamente la luz no proviene de una lámpara… es algo mucho más grande… aparte de que da vueltas sobre su mismo eje…--.

 

Ella, intrigada, sin saber exactamente de qué le hablaba su esposo, dejó de lado el tejido y, poniendo entonces sí toda su atención en el asunto, comenzó a preguntarle cosas y detalles tratando de comprender lo sucedido; luego de un rato de charla, ambos coincidían y confirmaban una vez más, que la vida nos depara siempre sorpresas de todo tipo.

 

 

A la noche siguiente, el hombre decidió regresar un poco más temprano que de costumbre del potrero cuando, de pronto, el “Negro” dio un sorpresivo relincho que, a pesar de ser él un buen jinete, lo intempestivo y brusco del movimiento del cuaco quien en seguida echó a galope en dirección conocida, lo tiró de la silla de montar; segundos después cuando el caballo había avanzado un centenar de metros apenas, un gran reflejo lo iluminó tirado en el piso; asustado el hombre se levantó y echó a correr; el temor le invadió por lo que corrió y siguió corriendo pero de nada le valía, aquella gigantesca luz iluminaba todo el terreno.

 

Cuando ya no podía seguir por el cansancio, fue a protegerse tras una enorme roca y, de ahí, pudo ver todo el panorama; una gigantesca nave se dirigía hacia donde estaba él, y de su interior le lanzaban directamente aquella potente luz; de pronto, para su sorpresa, la nave se posó con suavidad a solo unos metros de donde él se encontraba guarecido detrás de la gran piedra; sin parpadear siquiera, siguió con su mirada atenta hacia todo lo que sucedía con ese monstruoso aparato sin perderse el más mínimo detalle para, segundos después de que las luces giratorias detuviesen su frenético movimiento las cuales ahora sólo titilaban muy Lentamente, ver entonces descender del mismo a unos hombres extrañamente ataviados con atuendos semejantes al brillo de aquellas intensas luces blancas ahora titilando al parecer con pereza, de tal suerte, que no logró ver sus rostros pues aquellos múltiples resplandores lo encandilaban.

 

Los hombres de cuerpos y brazos y dedos alargados, bajaron de la nave como buscando algo; asustado llegó a pensar que le buscaban a él, pero desechó rápidamente la idea porque, si esa hipótesis fuese cierta, ya estaría dentro de la nave; esos extraños seres iban tras otra cosa.

 

En cuestión de minutos aquellas criaturas quienes al parecer encontraron lo que buscaban, volvieron a subir para después despegar en vuelo nuevamente y, así, aquél hombre que se llevó el susto más grande de su vida, se preguntaba en la mente de manera frenética una y otra vez:

 

“¿Quiénes serán aquellos seres que le habían pegado tamaño susto?… ¿qué sería lo que buscaban en ese lugar?”

 

Casi tambaleándose del miedo emprendió su camino para, un par de kilómetros adelante, encontrar al “Negro” plácidamente pastando con tranquilidad y, temblando aún de miedo, logró subir a su caballo para encaminarse a casa mientras en el trayecto se hacía una y mil veces las mismas preguntas; al arribar se dirigió directamente a su recámara, aquella experiencia le había quitado hasta el apetito.

 

Al otro día era su jornada de descanso, por lo que fue en busca de un primo suyo quien a la vez era su compadre y quien, por su lado, sorprendido al verle llegar con ese semblante, presintió que algo malo le sucedía a su pariente.

 

Después de narrarle éste último los hechos, se dirigieron hacia el lugar donde había sucedido todo; grande sería la sorpresa de ambos cuando al llegar al sitio exacto donde se había estacionado la gigantesca nave, todo parecía estar quemado pero, al acercarse un poco más, se dieron cuenta que más que quemado, parecía óxido lo que había dejado aquella inmensa nave voladora de múltiples destellos.

 

Ansioso por saber de qué se trataba el asunto, el pariente apresuró el paso sobre su montura para acercarse y desmontar estando ya casi sobre la mancha en aquella parte de la pradera para, así, de esa manera, poderse poner en cuclillas y mirar mejor ese supuesto óxido cuando, de pronto, se escuchó el grito de sorpresa del compadre que se incorporó llamando al otro:

 

--¡Compadre… venga acérquese!…--.

 

Aquél se acercó y, lo que parecía oxido no eran más que diminutos gusanos. Todo el lugar estaba infestado de ellos. Por más preguntas que se hacían a sí mismos, no lograban comprender tan extraño acontecimiento. Sorpresivamente con una gran celeridad y como si se hubiesen puesto de acuerdo, millones de gusanos a la vez, saltaron sobre los dos compadres. Los caballos lograron huir pero, los dos hombres, nunca supieron ni se pudieron percatar siquiera que fueron el primer alimento que favoreció la invasión de la Tierra por seres llegados de otros mundos.

 

 

 

 

Autora: Ma Gloria Carreón Zapata.

Imagen de la web.

Obra Literaria Registrada.

10/sept./2013.

  • Autor: Poetaymusadelared (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de julio de 2018 a las 01:16
  • Comentario del autor sobre el poema: En el 2013 Obtuvo el GLOBO DORADO compartido en el concurso de Relatos de Ciencia Ficción, "El Principio del Fin", organizado por la Unión Hispanoamericana de Escritores con sede en Lima, Perú compartido con el reconocido escritor colombiano Antonio Mora Vélez.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 80
  • Usuarios favoritos de este poema: María C., 132, Hugo Emilio Ocanto, Maxi Aristarán, Al4T, Alma atormentada, alicia perez hernandez
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Comentarios12

  • María C.

    Oh que interesante ..uff gusanos que tremendo, quizás si fueron los primeros alimentos, y también como invasores.
    Un abrazo

    • Ma. Gloria Carreón Zapata.

      Tal vez querida Isiszkt. Pero es sólo inventiva de la autora. Gracias por tu valioso tiempo dedicado a mis modestas letras amiga, excelente inicio de semana, te abrazo desde México.

    • Ingrid Zetterberg B.

      ¡Ay, qué espantoso, querida amiga Ma. Gloria! se los comieron los gusanos en vida....esa debe ser la peor muerte, me imagino....Amiga, muy interesante tu relato.....francamente yo nunca he confiado en ese tipo de naves extraterrestres de las que se habla tanto....esos seres....deben ser las huestes de maldad de las regiones celestes que menciona la Biblia....¡sólo Dios sabe qué intenciones traen! Tienes ingenio para la narrativa y te felicito, pero el final me pareció muy sorprendente. Recibe mi abrazo.

      • Ma. Gloria Carreón Zapata.

        Hola querida amiga Ingrid Zetterberg, creí que ya lo habías leído en la unión de escritores, no es mi género pero en aquél año me invitaron a participar, me negué a hacerlo, pero de tanto insistir acepté, y gané el premio dorado compartido con el escritor colombiano Mora Vélez. y desde entonces escribo de todo género. Infinitas gracias por tu valioso tiempo. Un cálido abrazo desde México, bendecida semana.

      • joanmoypra

        Tienes gran imaginación
        para ficciones inventar,
        con las que nos sueles dejar
        en una gran confusión,
        y sin saber como manejar
        nuestra creciente emoción.
        hasta de nuevo no continuar
        leyendo, otra tuya publicación.

        Emocionante hasta el final, ya que es como la vida misma en los humanos, porque a todos nos comemos, y luego de nosotros se alimentan los gusanos.

        Un abrazo y genial tu historía-

        joanmoypra

        • Ma. Gloria Carreón Zapata.

          Muchas gracias por su valioso tiempo a la lectura de mis modestas letras estimado autor joanmoypra. Honrada me siento. Seguiré compartiendo con ustedes mis narrativas. Excelente semana, un fraterno abrazo desde México.

        • LAUSTIC

          Excelente!!!
          Mi admiración a su magnifico trabajo,que tenga usted un buen dia.saludos.

          • Ma. Gloria Carreón Zapata.

            Agradecida y complacida estimado autor (a) LAUSTIC con la lectura estimado. Un cordial saludo desde México.

          • Hugo Emilio Ocanto

            Realmente excelente y maravilloso lo que has plasmado en este relato, poetisa.
            Felicitaciones por el GLOBO DORADO.
            ESTE RELATO MERECE SER RELATADO, CON VOZ...
            GENIALIDAD LITERAL.
            Mi saludo.
            Hugo Emilio.

            • Ma. Gloria Carreón Zapata.

              Honrada estimado amigo Hugo Emilio Ocanto, muchas gracias por su valioso tiempo. Toda suya la narrativa. Un cordial saludo desde México.

              • Hugo Emilio Ocanto

                Cuánto me alegro, Ma. Gloria.
                Dejaremos pasar unos días.
                He de avisar por privado cuándo.
                ¿oK'

                • Ma. Gloria Carreón Zapata.

                  De acuerdo estimado autor y amigo Hugo Emilio Ocanto. Bendecido día. Gracias nuevamente por su atención.

                • Maxi Aristarán

                  Es un placer leer sus letras, que cuento tan llamativo, gracias por deleitarnos de esa manera, ¿la pobre señora estará esperando a su marido? ¿O también abra sido víctima de estos seres? un abrazo desde el alma.

                  • Ma. Gloria Carreón Zapata.

                    Agradezco su valioso tiempo dedicado a la lectura de mis modestas letras estimado autor MAX ARISTARAN. Bendecida semana, un fraterno abrazo desde México.

                  • boris gold

                    Buenísimo relato poeta.
                    Un abrazo

                  • Margarita Dimartino de Paoli

                    HAY GLORIA MIRA QUE TE HAS PUESTO MALITA, QUE TRISTE FINAL EL DE ESOS DOS HOMBRES...!

                    BUEN RELATO.-

                    UN BESO EN LA DISTANCIA CON CARIÑO DESDE ARGENTINA.-

                    MARGARITA

                  • Al4T

                    Gloria, que interesante cuento, leíste algo de Stephen Hawking, el hablo sobre vida en otros planetas, claro esta sujeto a cada uno en su creencia... él dijo haber descubierto que ciertos planetas están habitados por otras formas de vida y incluso aconsejo no buscarlos , porque podríamos llegar a ser usados como proteina en sus dietas jaja no es broma
                    puedes buscarlo en google

                    te mando un cariñoso abrazo
                    Alexa


                  • Lidia

                    Tienes talento para la narrativa, por tu gran imaginación. Muy buen relato de ficción. Un fuerte abrazo.

                  • Alma atormentada

                    Mola tu imaginación...

                    Que intranquilidad me entra.

                    Un abrazo Ma. Gloria.

                  • alicia perez hernandez

                    TREMENDA ESCRITORA MI BELLA PAISANA, IMAGINARON, FICCIÓN,
                    INTERESANTE DE PRINCIPIO A FIN, ABRAZOS MIL CON SALUDOS



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