Llego la tolerancia hirviendo en la cuchara con la que me tomas, se acordó de mi el cansancio de la silla donde me viste sentado, la música paso al cuarto donde estuvimos y me acosté pensando en el siempre y juntos, camine en la noche lo que nunca caminaríamos y hable de lo que nunca hablaríamos con ella; (la soledad), conocí lo que nunca creí conocer y me abrazo; se llama (felicidad), de que sirvieón las lágrimas en la nieve si la luz las acabaría al llegar al día 30, en los 30 minutos cuando te abrace y te peque de amorosa por no saber amar, te reconocí cuando sabías quien era y lo que había entre nosotros, sentimos el peso de nuestras mochilas y la incomodidad de nuestras sonrisas cuando se besaban nuestros ojos, el doloroso e interminable; (hasta luego, cuídate), el por siempre hola de ayeres y presentes como si el futuro dependiera de vernos juntos, podría leerte tan solo con escribir tus labios en los míos, tus manos sudan su intimidad en las mías y aplauden el tesoro de los dedos, ¿Mañana te veré? Quiero verte por primera vez y vestirme sin tiempo para poder pensar lo que nunca pensamos, llevarnos los recuerdos sin lamentarnos y estando bien, (no lo entiendas), creo que estaremos bien si nos matamos en recuerdos, bailemos las intenciones y movamos nuestros cuerpos que quieren conocer lo que no hay en tí, toquemos nuestras narices y escuchemos lo que mis labios le quiere decir a tus labios. dejemos lo verde y café del árbol (tomemos la rama y el aire que nos prestan, nuestros brazos y la sangre para amar lo nunca antes amado).
- Autor: El amante del amor (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de julio de 2018 a las 19:30
- Comentario del autor sobre el poema: Es recomendable leerlo después, no hoy, ni mañana y mucho menos nunca, solamente en el siempre de nosotros.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 21
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