Hola y adiós.

Me encuentro pérdida pero con la sensación de haber estado antes.

A veces quiero sentir que duele, quiero sentir algo y es ahí cuando no puedo evitar el dejar de buscar romperme, no dejar de proyectar ese garabato de pensamientos que hacen mucho ruido de noche y más aún de día.

Ruido, gritos y caos es lo único que oigo y percibo.

Todo se torna molesto, tan aburrido, tan ensordecedor...
De repente el ruido se convierte en personas que van y vienen con caras preocupadas, angustiadas, vacías.
Y en un choque se da una conversación corta y relevante:
"Hola, perdón por ignorarte cuando estabas mal. Perdón por no saber entenderte, quererte como sos. Perdóname por confiarte secretos que te ponen mal. Perdón, no fue mi intención, no me siento bien.
Adiós, espero que ésta vez descanses, te prometo que no va a pasar otra vez."