Alquimista por vocación, mago con trampa y cartón.
Desayunaba en en el mismo escenario del crimen, planeando la estrategia.
Vestía el anzuelo con bellas sedas,
y tenía siempre un as en la manga.
Conquistaba el corazón anulando los sentidos.
Con mucho tacto y total discreción,
despertaba en la víctima sus propios anhelos.
Realizaba en ella sus más sentidas fantasías.
Cumplido el hechizo, recuperaba ella su vida,
y desaparecía.
Llevando bajo la piel el código de acceso.
- Autor: mensana (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de julio de 2018 a las 20:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
Comentarios1
Genial acto de magia, ese codigo implantado Miguel, me hace pensar en esa memoria residual, que dejan algunos seres, en sus conquistados.....
Que interesante propuesta, para imaginar una ficcion , lo inimaginable, accediendo para una satisfaccion personal,.
Un placer leerlo,.
Un cordialisimo saludo.-
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