Con las manos en los bolsillos y
las bocas cerradas, dejamos
a los dioses sin ojos nuestra protección.
Las lågrimas se burlaron de las måscaras:
cayeron las armaduras de hierro,
cayeron los G.P.S.
cayeron las alambradas eléctricas,
cayeron las alambradas de prisión.
Pero siguen allí, como chatarra olvidada, mitigando
el dolor.
Autor: Tibaldo Borjas Guarucano, Windsor, 11 de julio del 2016.
- Autor: Pablo Rilke. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de julio de 2018 a las 20:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas
Comentarios1
Pablo, esta dura resignacion, sin apellido......
Sera, que carecemos de fe ??, o que no hay en que tenerla ?
Es fuerte, contundente, lo que tu me trasmites.-
Te dejo un fuerte abrazo.-
Las vivencias en mi país superan cualquier realidad. A veces pienso que hay resignación. Muchas gracias poeta por tan excelente comentario. Saludos desde Maracaibo-Venezuela.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.