Esa etapa en la que uno no cree en si mismo y duda de todo
cuando la vida pareciera venirse encima como un toro
esos días en el que las penas le ganan la partida a las alegrías
y las horas ocultan al sol, en vez de liberarlo.
Esas duchas largas para pensar
en la nada como si misma, el todo en general
esas canciones que parecen ser relatos acerca de tu vida
como si el artista y tu jugaran a la misma partida.
Esas noches que dicen nada, pero gritan de todo
la lámpara encendida, la inspiración con baterías
planeando como comerse el mundo mañana o talvez algún día.
Esos días trágicos que nadie entiende
pero desgraciadamente eres muy débil para pensar en suicidio
y la muerte.
Esa edad, esas edades
esa realidad, la luna reflejando nuestras debilidades
ese recuerdo que te hace estar cuerdo ante la vida, nuestro resentimiento.
Esa página en blanco que se entrega a las 11:59pm
ese sentimiento de buscar, buscar y seguir buscando a pesar de
no encontrar nada.
Esa soledad que nunca es infiel
esa mudada, esa camisa que se convirtió en piel
esa persona, que no siempre esta allí
pero cuando lo está, eres feliz.
Ese cariño que no dan las cosas materiales
el balón que no rueda
la silla que se agrieta
ese símbolo que pocos entiende pero lo cargas en tu libreta.
Ese polvo que tu mismo creaste
esa puerta que se abre, pero tu solo la miras
ese reloj mentiroso que siempre dice algo distinto
ese mensaje que no llega y ya son las 3:05.
Ese viento, esa llama de pasión
ese lamento, ese salvaje ritmo del corazón
esa mente que nadie entiende
es normal, es de un adolescente.
Comentarios1
Cristian, me gusto que dijiste y como lo dijiste.-
El tuyo fue un poema fresco, y adolescente, con muchisimas ganas de madurar.-
Escribe, escribe mucho, estare esperando tus poemas.-
Te dejo un carioso saludo.-
Muchísimas gracias! Cuidese y a seguir escribiendo 🙂
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