Me encuentro caminando por una calle silenciosa y oscura. Voy abstraída en mis pensamientos,
y de pronto escucho algo así como un silbido agudo y prolongado. A lo lejos hay un farol
encendido, y siento que la curiosidad me atrae hacia aquella esquina, junto a la cual hay un
frondoso árbol; al acercarme el ambiente se torna helado, (muy extraño por ser verano), esto
me infunde temor; y de pronto alcanzo a vislumbrar una pequeña silueta que estaba escondida
detrás del árbol.
Al principio creo que se trata de un niño, pero al instante descarto este pensamiento, ...¡No!...
me digo a mi misma, ¿un niño solo en la calle, y a estas altas horas de la noche? ¡Imposible!
Al instante puedo ver su figura, está enteramente vestido de rojo, pero lo más impactante es
su rostro avejentado y macabro. Enseguida me doy cuenta que se trata de un duende, y me
invade una oleada de pavor. Una voz interior me dice: ¡Aléjate y no lo toques! ¡es un demonio!
¡huye!
Entonces salgo velozmente, y cruzo un parque, pero mientras huyo, vuelvo la mirada hacia
aquella espantosa criatura, y veo con sorpresa que de aquel árbol cae polvo dorado en
abundancia, y ya el duende ha desaparecido.
Tiempo después me entero por medio de los vecinos, que ese parque era llamado: "El parque
de los duendes", y que años antes habían sucedido en torno a esa esquina, cosas muy
lúgubres; incluso en una ocasión encontraron allí el cadáver de una joven, que extrañamente
tenía todo el cuerpo cubierto por un polvo dorado. Entonces comprendo que aquella noche
el amor de Dios me había librado de una muerte segura.
Ingrid Zetterberg
De mi poemario: "Jardines de antaño"
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- Autor: Ingrid Zetterberg B. ( Offline)
- Publicado: 13 de julio de 2018 a las 03:00
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: María C., Alfredo Daniel Lopez, Ana Maria Germanas, Jorge Horacio Richino, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios7
Bonito cuento querida Ingrid. Ha vida después de la muerte como cristianos sabemos eso, pero también sabemos o yo lo sé, pues me lo contaba mi abuela - mi mamá Graciela -, que existen almas en pena que vagan por el mundo una vez ya muertas. Vagan pues no han encontrado la paz necesaria para ir donde el Creador, o vagan pues aún persiste la maldad en su corazón. Los duendes, los demonios, los fantasmas... Todos ellos son manifestaciones para mí reales de seres que viven atrapados en este mundo, sea por tener que pagar sus penas, sea por no encontrar el camino, sea por no haberse arrepentido... O sea por no entender que el amor de Dios es más grande que todos los errores cometidos.
A mi también me sucedió un hecho para normal, no lo cuento pues no se contar cuentos, me enrollo mucho, creo que solo puedo escribir poesía pues se donde empieza y donde acaba lo que escribo... Pero pueda que me anime y esté limeño mazamorrero, cuenta esa historia que le sucedió una cálida noche de febrero, por las solitarias calles de la antigua iglesia matriz del Callao... ¿Por qué no, al fin de cuentas estamos entre amigos y si escribo mal, sé que seré comprendido?
Un beso y una flor
¡Qué linda tu repuesta, mi estimado Alfredo! yo también soy una limeña mazamorrera...jejeje...y es la primera vez que te veo aquí, me encantaría leer tus versos lo mismo que esa historia en las solitarias calles del Callao...¿Sabes? concuerdo contigo en aquello de las almas que andan errantes pues no hallan el descanso ni pueden ir hacia la luz de Dios por razones que quizás nosotros no entendemos....pero el mundo espiritual existe y es muy vasto amigo. Gracias por leerme y recibe mi saludo fraternal.
Será para mí un placer tenerte en mis sencillas letras. Yo por lo general, salvo contadas ocasiones escribo es verso clásico... Si deseas leerme y conversar estoy a tu desposición, que dicho sea e place para mi será un placer.
Un beso y una flor
Amiga, creo en los seres de luz y también en los de oscuridad, pues las creencias gnósticas enseñan que el universo es tan perfecto que está balanceado, es la ley del péndulo -tanto hay izquierda como derecha- Por eso entiendo que tuviste una proyección astral que te libro del mal. Excelente tu cuento amiga, gracias por abrirme esa puerta.
Gracias querido amigo Carlos....por visitar mis letras y dejarme tu sincera respuesta....pero te cuento que no fue a mí a quien le sucedió sino a una de mis hijas....aunque yo le he agregado algunas cosas de mi invención al relato....pero los duendes existen amigo mío....son seres del bajo astral. Recibe mi abrazo.
Ingrid querida, cuando un relato acapara la atencion, hasta el final, la labor esta cumplida....
Me atrapaste, y disfrute muchisimo su lectura.-
Te dejo un muy cariñoso saludo.-
Gracias querida Ana María por estar presente entre mis letras y dejarme tu linda respuesta. Recibe mi abrazo afectuoso.
Muy bonito y mágico el cuento, claro , un duende que busca almas que cubiertas de dorado...
Saludos Ingrid, muy buen trabajo
Gracias Fabio por asomarte al rincón de mis letras y dejarme tu amable huella. Un saludo fraterno.
Magnífico cuento de asombro y terror, querida Ingrid!!
Gran susto para la protagonista de esta sorprendente historia!
Muy ameno tu relato, que me ha llevado, palabra por palabra, atado al suspenso!
Felicitaciones y un gran abrazo!!!
Gracias mi estimado Jorge por detenerte entre mis letras y dejarme tu grata respuesta. Recibe mi abrazo grande.
Oh! Qué bueno que está tu cuento, Ingrid.
Letras excelentes, amiga.
Te hace VIVIR EL MOMENTO...
Un abrazo.
Hugo Emilio.
Gracias estimado Hugo por visitar mis letras y dejarme tu sincero y grato comentario. Un abrazo.
Ingrid, un cuento muy interesante y a la vez misterioso, creo lo mismo que Don Alfredo Daniel Lopez, deben ser almas errantes que no encuentran paz y quieren manifestarse a las personas para hacer daño.
Un abrazo y bendiciones.
Si mi estimada Myriam....hay tanto misterio en este mundo que todo puede ser....gracias por recorrer mis letras y dejarme tu amable comentario. Un abrazo.
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