SACRILEGIO.
En la profanación de sus labios,
se hace sacrilegio un beso.
¡Oh incitante pecado!
¿Por qué eres tan obseso?
Cuanto quisiera no existieras,
pero que existieran sus labios,
para siempre desearlos,
aunque míos no fueran.
Y aun siendo ajenos,
los seguiré deseando.
Qué importa seguir pecando,
cautivo en mis desenfrenos.
Porque en el juicio final,
no peca el beso deseado,
tampoco el robado
si se dio por amar.
Autor: Víctor A. Arana
(VÍCTOR SANTA ROSA)
- Autor: VICTOR SANTA ROSA ( Offline)
- Publicado: 14 de julio de 2018 a las 14:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
Comentarios1
Una hermosura !!!
Siempre me dejas cautivada.
Mis más cálidas felicitaciones.
Amalia
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