Con ganas de buscarla aunque me miren lejano.
La noche y el silencio saben lo que me muero,
mas no saldré a buscarla, pues sé que será en vano,
ya sus labios de néctar no me dicen: "te quiero".
La horrible necesidad tendrá que ser cesada,
aprendiendo a verla como una desconocida,
sin decirle una palabra ni con la mirada,
evitando los cuchillos que ahondan la herida.
Como un buen orgulloso, o más bien como un cobarde,
(¡maldita la costumbre de no atizar la hoguera!)
yo busco los rescoldos cuando en ellos nada arde
y soy después un muerto queriendo vida entera.
Sin embargo, por ser tarde, evito los lamentos,
teniendo claro que nada gano si reniego;
y solo, en cuanto puedo, mi olvido aquí lo cuento,
porque es mi única forma de hallar paz y sosiego.
- Autor: Ofeliko (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de julio de 2018 a las 03:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Ingrid Zetterberg B.
Comentarios1
Muy bueno tu poema, Ofelio.....lo tuyo no es orgullo ni cobardía....es dignidad...si ella ya no te corresponde, mejor dar vuelta la página y a otra cosa....Felicito tus letras y te dejo mi saludo.
Sé que fue actuar en legítima defensa. Nada de orgullo, sólo me salvo a mí mismo. Gracias por pasar, um saludo afectuoso.
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