Me niego en rotundo a curar la llaga
que causa en mi memoria tu perfume
y desde fuera a dentro me consume
hincándose lento como una daga.
Cuando la noche sea tan aciaga
que el recuerdo de tus besos me abrume,
impediré con ahínco que se esfume
el sabor que en mis sábanas naufraga.
Espero desangrarme por la brecha
de la remembranza descomedida
de aquellos arrebatos pervertidos
en que surgía el alba insatisfecha,
y al verter la sal del mar en mi herida
el dolor acometa a mis sentidos.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de julio de 2018 a las 06:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 81
- Usuarios favoritos de este poema: Amaneceres Abruptos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.