Yo fui testigo señores, de estas crueles palabras, dirigidas a un niño, a niño apodado, El Hijo Ajeno.
“Lárgate de mi casa! Lárgate y busca a tu padre! Que yo en mi casa, ya no te quiero.”
El niño salió llorando. Por las calles caminando, del pueblo no se alejó. En su corazón sentía, que su padre ahí vivía, por eso no se marchó.
Con el tiempo, se hizo hombre. Lo contrario de aquel pedazo de gente, que un día a la calle lo echo.
Sin planearlo, un Domingo, saliendo de misa, con su padre se encontró. Como testigo fui de aquellas dolorosas palabras, también lo fui en las siguientes:
“Padre, te perdono. Aunque mi madre te engaño, siempre será mi madre. Y tú, en las buenas y en las malas, siempre seguirás siendo mi padre.”
- Autor: José Alfredo Silva (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de julio de 2018 a las 19:02
- Comentario del autor sobre el poema: La traición de una mujer cambia tres vidas para siempre. Uno aprende a perdonar mientras los otros dos se ahogan en sus penas. El poema resulto de una canción que escribí en el 2001. Música original de Ely Garcia.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 93
- Usuarios favoritos de este poema: Amalia Lateano, Enamorada de la luna
Comentarios2
Tu versar es un amor de poeta a tu padre.
Bello y tierno poema... que es un encanto.
Todo un placer de lectura...
Un abrazo y un beso...
Muchas gracias Amalia por leerme. Agradezco tus bonitas palabras y me da gusto saber que te gusto mi poema.
Saludos,
Joe
Pedazo de escrito. Muy bueno, la leccion es de oro.
Muchas gracias Cristian. Es un escrito que no muchos aprecian pero sus razones han de tener. Gracias por leerme.
Saludos,
Joe
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.