Otea el firmamento desde la cúspide de tus anhelos
Elévate a la nube donde el amor te espera
Quizá la roca sea pequeña para contemplar la cima de la sierra
Pero tus sueños se erigen grandiosos para llevarte a la estrella
Alza vuelo sin importar el cierzo que se oponga a tu ala
Revolotea temblorosa sin detener tu esfuerzo
Y cuando levantes tu mirada al azul de la esfera
Tus pies se posarán en la luna, donde se aclara la vida
Ahí, en el lugar de las cumbres, contemplaras las llanuras
Ahí en el lugar de la luz, te envidiarán los destellos
Serás pétalo y árbol, ternura y coraje
Serás canto de ave y llanto de la montaña
Y al destilar de tus ojos, mudará la llovizna a la vida
Tu mirada es áncora al sol para aferrarse a la luna.
Desatando los aires que refrescan los sueños
Una sonrisa furtiva, una inocente mirada
Y Dios humano de amor te contempla y se ufana
Deja que tu espíritu se pose en la claridad de las nubes
Y desde el altar del celaje, nos miraras encantada
Vida con vida unida, luz con luz amada
Amor de Dios humana, entre las Dalias y el canto.
- Autor: Jose Barrientos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de julio de 2018 a las 16:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.