Sigilosa y ávida figura sedienta de luz,
atada a mis pies tú te encuentras,
te ocultas en la noche,
y cuando arremete la oscuridad menguas.
tú, mi esclava eterna,
jamás me abandonas,
y aun sin verte sé que estas allí,
oculta bajo mis pies te encuentras.
permanente compañía amiga y enemiga por igual,
unas veces grande y otras pequeña,
vaporosa, intocable y clandestina,
cuan cazador espiando a su presa.
Que hablaras de vez en cuando seria bueno,
Conoces tan bien como yo los caminos recorridos,
Las horas de llanto,
Las risas y los orgasmos.
Ocasionalmente te bilocas,
Y entre las calles penumbrosas te avivas,
Apareces aquí, allá, arriba o abajo,
Una o muchas.
Bailas a mi alrededor,
Girando, girando te estiras y te encojes,
Una, dos, tres o cuatro,
Quizá más sin darme cuenta.
Amas tanto la luz como yo o la odias?
- Autor: El loco (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2018 a las 02:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Martha patricia B
Comentarios1
Pienso que querías decir Sombra
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