No diñar por lo que se ha ido,
no clamar por lo que se ha llamado,
no buscar la verdad de lo perdido,
no truncar las señales del amado.
Nunca esperar más de lo ofrecido,
nunca llorar por palabras ofensivas,
nunca coaptar el quite maldecido,
nunca aceptar lúdicas mentiras.
Si confiar en promesas ofrecidas,
si creer en los actos de un amor,
si entregarse en las arras merecidas,
si gustar de los besos su sabor.
Escuchar en el trino de las aves,
las respuestas encriptadas del amor,
recibir de los vientos esas claves,
que lo acechan a uno en el dolor.
Calcular en el tiempo la amargura,
la esperanza de lo conocido,
la pureza de esa rabia en conjetura,
la certeza enlutada del destino.
Caminar por el mundo enaltecido,
arrostrando la vida con honor,
disfrutar por lo que se ha vivido,
achicando las endiñas del dolor.
Solo así aprenderás hermano,
la enseñanza perenne de la vida,
la enseñanza sublime del humano,
la enseñanza virtuosa del amor.
Andrés Romo
REGISTRO PÚBLICO DEL DERECHO DE AUTOR No. 03-2014-031109431700-14
- Autor: Andrés Romo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de julio de 2018 a las 00:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
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