SINTIENDO LA VIDA

Aturdido…

Me siento inconsciente

como un papel flotando en el aire

entregado a la voluntad de la tormenta,

no puedo controlar mis sentidos

que huyen de mi mente,

me dejo llevar por esa corriente

hasta mis recuerdos.

Ese cenit , siempre soñado,

y nunca alcanzado.

En mis deseos vuelo sobre esa laguna de Lotos,

cual Libélula que pulula por el agua

intentando posarse.

Veo los Cerezos apuntando sus frutos,

en esa inmensidad de flores blancas,

compitiendo con el azul del cielo.

El aire me concede una tregua,

me posa sobre una de las ramas floridas,

absorbo su olor…

me huele a vida, a la permanente frescura

hasta hacerse fruto.

La metamorfosis que la naturaleza realiza espontáneamente.

Mi desconcierto es mayor,

no sé si; ser Hombre, Viento, Libélula, o Cerezo,

pero sé, que cualquier forma es vida.

Vivir, vivir acogido a la hermosura del paisaje

sin deteriorarlo, integrado en él,

acariciar los pétalos de las flores,

conversar con las Abejas

y cantar con la Alondra al alba,

bañarte con el aroma del Lirio mañanero en el rebalaje,

que las aguas de los mares, sean purificadoras,

y no sentencias de muerte para muchas de sus especies.

¡Hay! de la Tortuga que muere a causa del plástico vertido.

No a la caza indiscriminada de Ballenas,

quiero ver las Orcas regulando poblaciones de especies,

Me apena ver al Oso polar, sin hábitat donde vivir.

Y casi siempre la mano del hombre destruyendo el planeta.

Quiero seguir viendo los verdes valles

y los ríos correr libres y limpios por sus riberas,

quiero ver como el rayo regenera la arboleda

y la lluvia inunda las cañadas.  

Quiero contemplar la salida del Sol al alba,

y al ocaso, ver su tristeza por la despedida,

ver como en el combate del día la Luna impone su fuerza,

preparando el plato ardiente del amor.

En mi “Paraíso” La Dama de Noche y el Jazmín florido,

compiten con los rayo dorados, y ver quien llega al alba,

con más frescura y poder, para entregarse en el estío,

a la sombra de una parra, que junto a una higuera,

protege al ser durante su modorra.

Así, así con la humanidad vivir.

Roberto J. Martín