Adorno seco, imagen atrofiada,
savia punzante de la tierra virgen
que un día cruel rayo te dejó marcada
sin respetar tu natural origen.
Cielo y Tierra eran encrucijada
de cruentas batallas. A Dios afligen
muertes tan innecesarias. Dañada,
perennidad y verdor se exigen
últimos esfuerzos competitivos.
Dislocantes cicatrices de barro
profanan impunemente tu seno.
Los orgánulos que aún continúan vivos
carecen de fe. Semejan cigarro
que lentamente fenece. Veneno.
- Autor: J.R. Infante (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de julio de 2018 a las 08:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
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