En el país de sálvese quien pueda
hay un pobre gordo
que por innumerables motivos
siempre tiene las de perder.
Cuando se oyen en lontananza
disparos de fuego,
todo el mundo grita al unísono
¡sálvese quien pueda!
Y acuden en masa a parapetarse
detrás del pobre gordo
porque saben que difícilmente
las balas atravesarán
tanto tejido adiposo.
Y en caso de que haya
orificio de salida,
no volverán a entrar
porque habrán perdido
su fuerza percutora.
En este país, cuando
la muchedumbre
es amenazada por el león
de garras manicuradas
y engominada melena,
todos huyen en estampida
tratando de dejar
al pobre gordo atrás,
puesto que saben que el león
atacará primero al más lento.
Y si encima el más lento
es lo bastante voluminoso
como para ser la comidilla
del león durante un buen rato,
tendrán tiempo suficiente
para ponerse a resguardo.
Si aparece una flor
decapitada en el jardín,
todos acusarán
al pobre gordo solo por estar
eructando pétalos.
Incluso en épocas de escasez,
cuando pareciera
que el pobre gordo
lleva ventaja con motivo
de sus reservas energéticas,
correrá un peligro inminente
porque su obesidad pasará
de ser objeto de burla
a ser envidiada,
y de ser envidiada
a ser un sugerente bocado.
Y el pobre gordo
no tendrá escapatoria,
ya que se verá asediado
por leones y disparos.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2018 a las 16:07
- Comentario del autor sobre el poema: Para evitar herir susceptibilidades, quiero que se entienda que el "pobre gordo" es solo una figura metafórica que he querido emplear para dar sentido al poema. En ningún momento me refiero a ningún gordo ni ningún pobre.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
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