Después de tanto pensarlo, he llegado a la conclusión.
De que no es nada sencillo convivir con alguien como yo.
Alguien con tanta locura oculta detrás de la razón, adicto a los excesos, al sufrimiento y su sabor.
Hoy me curo las heridas con hielo y un poco de ron.
Ahogando mi dolor en vasos licor, acompañado por esos demonios que danzan a mi alrededor.
Provocando en mi interior, locura, ira y rencor
Susurrandome al oído, buscándome un castigo.
Alejandome de aquellos que querían estar conmigo.
A mi mismo me maldigo, por culero y drogadicto, por no pensar en el daño que provocó cuando me pongo agresivo.
Pues no siempre consigo lo que persigo de manera justa.
Por eso decido ser abusivo para no quedarme con las justas.
Vivo retraído convencido de que he sido más fuerte después de enfrentar lo que me asusta.
Ebrio hasta el amanecer, buscando trascender en estas hojas de papel.
A través de mi reflejo puedo ver, todo el mal que habita en mi ser.
Me gusta enloquecer, perder el juicio y creer que la vida puede ser justamente como la pensé.
- Autor: L. R (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de julio de 2018 a las 00:51
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema fue escrito en una mala racha...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: migreriana
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