Un barquito de papel
navegaba entre las olas,
sin patrón ni tripulantes
y sin rumbo ni derrota,
parecía abandonado
por su forma misteriosa,
y también por el silencio
en cubierta y hasta proa,
sucedió que en su camino
se cruzaron las gaviotas,
muy cansadas, del nordeste
y la brisa caprichosa,
y posándose en las jarcias
intentaron picar sobras
que quedaran de la pesca
en carnadas generosas...
Pero estaba el buen barquito
reluciente como alfombra,
y muy limpio en su cubierta
sin señales de una mosca,
y ocurrió que, desde el cielo,
fue cayendo gota a gota,
una lluvia veraniega
persistente y algo sorda,
empezaron a mojarse
los plumajes y las notas
aunque fueron reclamados
y llamados de la costa,
y volaron orgullosas,
con el barco por su popa,
las gaviotas mencionadas
y los sueños de la autora...
"...Un barquito de papel
yo te di con una rosa,
tú ignoraste mi regalo
aduciendo cosa tonta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/07/18
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 25 de julio de 2018 a las 13:28
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 45
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