Siempre para mí olvidar
no fue tan ardua faena,
hasta que vino a tocar
a puerta tu lejanía,
me dijo que es mi condena
tu adiós y las noches frías.
Vino después el dolor
y con él algún lamento,
como ese aliado traidor
que da su falso consuelo
y espera sólo el momento
pa' adjudicarse tu cielo.
Pensando en cómo olvidarte
miré sangrar las heridas,
y le hice esta interrogante
al soliloquio que soy:
"¿Quién fue el amor de mi vida?"
y la respuesta te doy:
Fuiste el amor de mi vida
mientras en ella te tuve,
porque en mi cielo ya brilla
la luz de una nueva estrella,
el viento arrastró las nubes
y se borraron tus huellas.
Fui sin prisas, todo a su hora
con el arte de olvidar.
Si hay noche viene la aurora,
no importan tus duermevelas
pronto el día ha de llegar,
pero hoy enciende las velas.
- Autor: Ofeliko (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de julio de 2018 a las 18:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Micaela, Johnny Asdrúbal Mora Leiva
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