El hombre del narcotráfico

Veme aquí tirado, varado y con sangre
¿Es entonces donde bailamos todos?
Miro cuerpos débiles como estambre
Con más caras tristes y distantes

Es mi día de ejecución
En donde el machete es culpable
De ver como acaba palpable
Mi más triste desesperación

Los diamantes que sangran en mi cabeza
Es esto el lujo grande del débil hombre
Es esto su más pueril naturaleza
Que en México, por allí, hoy se esconde

Miro hacia arriba con mucha devoción
Miro con busca de un ser omnipotente
Miro la lluvia con desesperación
Y veo mi gran reflejo insolente

Pienso en mi hija de doce años
Y lloro, como se llora la perdida
Ahora es asesinada por extraños
Ahora se encuentra sórdida

Mi cabeza es sujetada por un ángel
Por favor ahora ¡no se exalten!
Soy alimento para los periodistas
Ganan riqueza los amarillistas

Y de tajo rueda mi cabeza
Se celebran con alcohol
¡Celebremos madre naturaleza!
¡Por fin me ha llevado Señor!