La vida es burla, monólogo renta básica.

angelillo201



La escena se abre con un ojo gris mirando detrás una puerta medio abierta. Observa en primer plano el ojo fijo  como una piedra, una gran sala blanca de espera llena de sillas. Directa la visión se clava   en lo que busca: un reloj de pared redondo colgando entre dos puertas de dos despachos cerrados. Las agujas marcan las diez en punto . El ojo baja el ángulo de  visión y mira rápido hacia ambos lados de la sala. Aparece gente esperando en  sillas en silencio. Se trata de mujeres, niños, inmigrantes, gitanos, anarquistas, punkys,  ancianos, y algún hombre blanco de mediana edad de extrema derecha lleno de tatuajes que va en camisa de tirantes . El aspecto de todos ellos forma una especie de retaguardia del ejército de Pancho Villa desmoralizado. La gente que esperan ser llamados por las asistentas sociales, vuelven su mirada donde está el medio rostro oculto por la puerta escudriñando. Se interrogan si va a entrar, o solo esta allí para mirar. Todos los ojos ven como ese rostro semi oculto le saca les saca lengua y cierra la puerta lentamente.

¿ se está burlando de nosotros? Una mujer joven que se abanica pregunta indignada. Un    par de mujeres mayores y obesas  se golpean sus gordos , amarillentos y flácidos pechos con los abanicos con los que se refrescan en la tensa espera. Varios hombres se levantan heridos en su autoestima, sin saber que hacer, si salir al encuentro del tipo que les ha sacado la lengua, o volver a sentarse. Se escucha una risa tras la puerta y   pasos saliendo por el patio de los servicios sociales de vall d´uixó. Camina sobre  hojas  secas de acacias.  Se adentra  por la Avenida Jaime I hasta la Iglesia de la Asunción. Las puertas de la iglesia se abren lentamente. La gente  que hay está como en los servicios sociales, en silencio, sintiéndose culpable.  solo se escucha su susurro repasando sus pecados. Sus pasos cruzan por el pasillo de la Iglesia. Se dirige hacia el altar y en el primer banco se arrodilla el hombre que ha sacado la lengua en los servicios sociales. Extrae una cruz  de metal que lleva en el bolsillo . La besa de rodillas en un banco frente un  inmenso  Cristo que preside la iglesia desde el altar , observa piadoso a Angelillo de  Uixó. Sus ojos se clavan en el Salvador . Junta  sus manos y reza.

Señor perdóname. No soy digno de entrar en tu casa, lo sé.

Soy pobre y sueño, porque en la pobreza vivir es tormento y sueño, y cuando sueño me atormento como cuando estoy despierto.

Sueño que me persiguen unos hombres. Son pobres, mucho más pobres que yo, y son vagos, mucho más vagos que yo. Sabemos que en otro momento goce de la vida, puro cuento, vivía por encima de mis posibilidades, ahora lo comprendo . Pero eso se acabó cuando entre en servicios sociales. Una gran sombra caía sobre la puerta y sonaban las campanas, prodigios que anunciaban el desastre al pasar a esa región del sueño donde se abandona la esperanza. allí ,vi gente con los rostros vueltos al suelo,  madres  a las  quitaban a sus bebes  porque no querían alimentarlos.  moros con turbantes, gitanos cantantes dando palmas. Era una señal. comprendí que eran tristes gentes de alma elevada que le ponen buena cara a su desgracia. ¿ no es la vida burla más que sueño? ¿ Y no son  los servicios sociales más que un esperpento del nazismo? Para mi confusión, me mandaron entregar durante años documentación, buscar trabajo en ETTs, apuntarme a bolsas de empleo.  Así sigo más de diez años después.  Sepultado bajo esos papales, esos papeles se quedaban en blanco cuando los entrego en los servicios sociales. Y poco a poco me fui olvidando de quien era, de donde venía, de albergar esperanzas  en la vida, para quedar reducido más que un hombre, a una mera sombra que sueña desdichada, desorganizada y repudiada por el resto de hombres. Desorganizada de la clase trabajadora, desorganizada consigo misma y quedando en manos de lo que le ofrece una  clase política, o una mera trabajadora social. En ellos quedaba fijado el destino de un hombre honrado y trabajador como yo. A la papeleta a la urna, como siglos antes lo estaba el hombre a los astros. ¿ no es acaso la vida más que sueño burla?- !que hasta los propios sindicatos se burla de los sueños!- cuando su única acción y remedio ante la pobreza o los bajos sueldos... es compensarlos con una renta básica miserables. Mientras los ricos nos sacan la lengua. Y no solo eso es burla a la dignidad del hombre y sus necesidades, sino que al aprobarla la renta de inclusión valenciana, lo hacen sin fondos , y su propia ley se convierte en mayúscula burla. Oh , si despertamos algún día a la vida, y viéramos que todo ha sido sumirnos en el sueño y en la burla, para gozar ellos de la vida con nuestro triste espectáculo. Entonces, entonces... despedazaríamos con las manos a todos los ricos y todos los políticos por los agravios causados. Por eso nos encadenan a las rentas de exclusión, rentas que ni existen. La vida no es sueño es triste burla y miseria humana.

Amen.

Al levantarse  Doña Juana,   mujer de edad avanzada, viuda de un guardia civil,  pelo rizado y corto, flácida de carnes y menopausica .  está en el banco de atrás escuchando, detiene como si fuera su difunto esposo a Angelillo.

Espera hijo, te he estado escuchando..., te aseguro que no hay mejor remedio para las malas tentaciones que rezar y leer la biblia.  Es bueno el camino que has emprendido de venir a la iglesia.Toma hijo, te doy tres euros para que te compres pan.

Angelillo de Uixó mira los tres euros sobre su mano.

Señora, se lo agradezco  de corazón, pero yo no mendigo de estas maneras. Lo hago en servicios sociales, soy un hipócrita, por eso he venido para que Cristo me castigue. Le devuelve los tres euros agradecido.

Extiende la mano a doña Juana que se niega a aceptarlo señalando a Cristo.

Él quiere que te compres pan.

Angelillo furioso se los tira a la cabeza del monaguillo que pasa.

El niño, un rubito de nueve años,  recibe los tres eurozos en la cabeza. coloca sus manitas como si fuera un mono sobre el cogote. asustado rompe  a llorar mirando a  Angelillo que le saca la lengua . Riendo   se acerca lentamente y pega un cachete en la cabeza mientras sale de la iglesia tras santiguarse.

Sus pasos se escuchan alejarse por la plaza de la Asunción. Las campanas suenan tristes.  Don Saturnino, el cura, ha salido de la rectoría al escuchar el alboroto y doña Juana arropan al pobre Miguelito que no para de llorar desconsolado.

 

Angelillo de Uixó.

  • Autor: Angelillo de UIxó (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 27 de julio de 2018 a las 15:19
  • Comentario del autor sobre el poema: el mundo como teatro, el panorama desolador que tenemos a través de la miseria , las rentas básicas, la clase política, una sociedad en decadencia.... y todo lo que queráis que esto ya es burla más que vida. paz y bien amigos, os quiero.
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 24
  • Usuarios favoritos de este poema: Anton C. Faya
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