Ser obrero
es tener sobre la espalda
todo el peso del trabajo,
y el alma angustiada
de que algún día cercano
podrá ser despedido.
Aunque lleguen a sus manos
unos pesos resarcidos,
pronto ellos se irán
mientras procura trabajo.
¿Para qué quiere conchabo?
Veo que usted está viejo
y no sirve para eso;
vuelva a casa, descanse
y plante muchas verduras,
que de comer le darán.
¡Qué triste es ser proletario!
Peor es estar sin trabajo,
con muchas bocas hambrientas
en la casa esperando.
Casos como yo cuento
hubo en los tiempos actuales,
mas las leyes del trabajo
con justicia conquistadas,
fueron asimiladas
y adoptadas por obreros
que se unieron en ideas,
para ayudar mutuamente
en posición insistente,
a esos necesitados.
Resultó que en un lugar
fabricaban con amor
escobas y escobillones
ocupando poca gente,
que trabajaba contenta
y estimaba a su patrón,
hombre con sentimientos.
Mas la triste realidad
lo llevó a la situación
de no pagar los jornales,
y como último recurso
se vio obligado a cerrar.
De ese despido masivo
quedaron tan sólo dos;
un obrero y el sereno,
pero éste de qué sirvió
si a qué cuidar no había,
y el sereno como otros
también a casa se fue,
y el otro amenazado
fue sereno y capataz,
porque el lugar ocupó.
Conocedor de las leyes,
el obrero se encerró
como dueño del lugar,
para defender derechos
si hubiese que litigar.
Y el litigio comenzó
mientras el hombre esperaba,
cuidando el alambrado.
Y como es de esperar,
tuvo final esa historia.
La solución de este cuento
fue muy justa pero triste.
Dicto que está despedido
el huelguista y demandante,
dijo el juez con seriedad;
como es de suponer,
amparado por la Ley
que proteje los despidos,
y el demandado ya sabe
con esos palos qué hacer.
- Autor: Walter Luis (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de junio de 2010 a las 00:01
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 164
Comentarios9
Muy buena historia, felicidades...
Pase por sus letras.
Saludos.
Querido amigo Walter como siempre una enseñanza en cada linea que escribes, un abrazo amigo
Walter fantástica tu historia, cada noche te espero con tu relato, me parece muy interesante lo que narras.
Recibe mis felicitaciones junto con mis abrazos.
Ya nos tiene acostumbrados a sus relatos.
El de hoy de la situación actual, no puede ser más reflexiva su enseñanza.
Felicitaciones
Un abrazo
Lena
Triste vida de mucha gente que se queda sin empleo y para esto, la ley de que sirve, si cuando se requiere con el garrote de ley te dan de palos. Felicidades por relato triste. Saludos amigo.
Luis.
Historias de vida y que tremendas historias, tantas veces repetidas en años que sin demora vienen la vida apretando y con el yugo pegando…que Dios revierta la historia y trabajo nunca falte para todo hombre honrado que quiere ganarse el pan.
Cariños amigo
Diluz
El desempleo a la orden del día.........despidos injustificados lo sigue habiendo...........
Si no trabajamos no se come.....
AbRaZoS!!!!!!
Buena enseñanza mi querido amigo
besos.
Ser obrero
es tener sobre la espalda
todo el peso del trabajo,
y el alma angustiada
de que algún día cercano
podrá ser despedido.
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