Donde queda la honestidad de las personas,
donde queda esa dulzura que desde bebé se entona.
donde quedan las risas, las caricias, y la boda,
Se me pasan como luz que se prende y apaga las horas.
yo crellendo que eras una rosa, dispuesto estaba a espinarme,
A lo que no estaba dispuesto era a olvidarte.
Ya no escucho tu vos por las mañanas,
no hemos hablado de nada,
mis oídos extrañan aquélla bella alborada.
corazon seco lágrimas no sanan,
se mueren las horas mientras espero mí aurora.
©, M. Aristaran. Todos los derechos reservados. Este material es de propiedad exclusiva y solo para uso personal. Su distribución o reproducción a o por personas no autorizadas, en todo o en parte, sin el consentimiento escrito del autor está estrictamente prohibida.
Comentarios1
Melancolia intensa.
Un abrazo
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