El viento y las hojas de otoño.

«Se había visto todo lo que se podía ver en aquellas personas; desprendidas del amor, egoístas y hundidas en la banalidad. 

¿Por qué seguir creyendo?~

Media decada pretendiendo sostenerse entre aquellos, intercambiando trocitos de verdad y un poco de mentira. Un pensamiento inalcanzable y censurado.»

Como árbol viejo, una corteza que cubre no sólo un cuerpo, también el espíritu. Hojas verdes y fuertes, conseguidas por el tiempo, "inamovibles", adheridas a las ramas débiles y amplias, tendidas sobre la copa, como una capa haciendo sombra a la raíz y al tallo.
¿Por qué seguir soñando?~

Un lustro que pausó estaciones. Trae tarde al otoño, y con él, hojas secas, cansadas de oposición. Y viento; viento arrasador y contradictoriamente, edificante.
Viento que lleva con él hojas de otoño, de un otoño tardío y sorpresivo en abril.

Y aunque el tiempo, que cabalga sobre el viento, abrace melancolía, sostendrá firme el destino, romperá espacios y arrastrará cambios.