EL VIENTO
Y entonces fue el viento,
Que llevo las coplas
que pobló de sonidos
los senderos solitarios.
Fui viajero y testigo
de algunos milagros albos
y también me abrace
a algunas penas parias
y sin culpables
Siempre supe
que soy hijo y campesino
de mi tierra
de los ruidos del tambo
y la del sol que pinto de oro
algunos atardeceres especiales.
Aprendí que las siembras
no son solo de estación,
algunas son eternas
y tienen en sus raíces
los secretos de los hombres.
Cosechan llamas
que nunca se apagan.
También acepte con jubilo
que los campos cuajados de rocío
serian un paisaje en mis pupilas.
Por eso cuido mi destino recorrido
Y el que me falta,
lo espero sin desvelo,
no porque conozca
el color del mañana
sino porque se que soy
un peregrino
y porque en algún quebranto
ese mismo viento
va a seguir soplando
Carlos Brid
- Autor: Carlos Brid ( Offline)
- Publicado: 30 de julio de 2018 a las 07:45
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto
Comentarios1
Siempre nos sopla el hálito espiritual de un momento poético como éste.
Saludos Carlos
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