Lo conocía. Jamás quise ser inmortal entre sus deseos,
sin embargo, se ha convertido en el dueño de mis pesadillas...
Endeble a este coraje afónico, su nombre es como el mismo infierno.
¡Que aborrecible este resquicio, linda muñequita!
No hay ausencia tan pronunciada como el silencio propio,
ni luto tan grande en comparación.
Me he preguntado hasta el día de hoy,
¿Cómo es que hay tantas formas de morir para alguien que ya está muerto?
-----
Autor: Lluvia B. Espinoza Morales
- Autor: Lluvia Briseida ( Offline)
- Publicado: 30 de julio de 2018 a las 10:18
- Categoría: Triste
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Enigma.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.