Cuando las penas se hagan
presente en tu penar:
que no te salpiquen,
con sus angustias desabridas.
Que no te achiquen,
con insomnios y melancolías.
Cuando los desconsuelos
te arrastren por los suelos:
Que no te agiten,
con piedras en el camino
olvidándote de tu destino.
Que la borrasca,
no te marchite,
rosa de mi jardín,
recuerdo de adiós.
Porqué siempre serás,
en mí,
luz de primavera,
primer amor.
Comentarios1
Tierna mente hermoso.
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