Ninguna
Pero a Rajab, la meretriz,
así como a la casa de su padre
y a todos los suyos,
Josué les conservó la vida.
Biblia de Jerusalén
Derribaré las murallas al son de mis trompetas
y pasaré por las armas a todos los jericoanos
sin ningún remordimiento.
Pero a Rajab, la puta bella,
respetaré como a mi propia persona
lo mismo que a su descendencia.
Guardaré para ella la nobleza de mi estirpe
y la fuerza viril de mi potente falo.
Si me regala el fuego de sus profundidades,
como ahora deseo y ordeno,
haré parar el Sol en lo duro del combate
hasta vencer al enemigo.
Impondré mi dominio en la tierra de Canaán,
y entonces Rajab, la más puta y la más bella,
si es tierna y complaciente con mis ansias
se verá colmada de innumerables riquezas,
producto de mi conquista y mi saqueo.
Me casaré con ella, haciendo en esa forma
que lleguen Jeremías y Ezequiel
tras muchos otros profetas
necesarios en la historia de este tiempo,
como testimonio de mi gloria imperecedera
en los siglos venideros.
- Autor: 000 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de julio de 2018 a las 11:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
Comentarios1
Sorprendente interpretación de esa historia!! y planteada con mucha audacia
Gracias Reyna. Eso me anima. Eres muy generosa conmigo.
Recibe mi cordial saludo.
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