El mar enamorado

Esteban Mario Couceyro



Recuerdo aquel día

………..

la adolescente

en ese verano

de sol y playa.

 

Su paso distraído

tan rubia como el sol

una enorme camisa

blanca de sal.

 

No pudo

ignorarme

mirándome

inexpresiva

como se mira la nada.

 

La playa desierta

enorme su paso

pequeñísima

en la inmensidad

……...

la brisa

daba vida a esos cabellos

de sol.

 

Quizá sea el sol

quién le manda

enamorar

y yo acá

no puedo más que insinuar

mi sentimiento

encrespando las olas

para llegar

aunque más no sea

sus pies

en mis aguas amar.

 

 

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Comentarios +

Comentarios4

  • carina zanchetta

    la camisa de sal!!! esa es la camisa que quiero comprar... donde la venden? a orillas del mar, algún demiurgo me dará la clave... una pócima marina es tu poema. Cariños C

    • Esteban Mario Couceyro

      Querida Carina, me alegra que esa camisa de sal sea de tu agrado.
      Hay en este relato, la posibilidad del enamoramiento entre una entidad y la protagonista, que ignorando la situación, se deja amar en su propio universo, ignorando al otro.
      El mar, en este caso, es el único consiente de su unilateralidad.
      Un abrazo agradecido por tu comentario.
      Esteban

    • Maria Isabel Velasquez

      Hermoso recuerdo de un día soleado
      frente al mar
      La melodía preciosa
      DTB SIEMPRE

      • Esteban Mario Couceyro

        Gracias María Isabel, esta vez es un amor entre un ente y la mujer, que desprevenida se deja amar.
        Un abrazo.
        Esteban

      • Beatriz Blanca

        Ella inexpresiva con su camisa de sal y él dando su amor. Una anécdota nada casual.
        Un día de mucha sal, para mi gusto.
        Un cálido abrazo, pero sin sal

        • Esteban Mario Couceyro

          El mar enamorado de la casualidad, que lo ignora, en un encuentro fortuito de amor.
          Un abrazo de aire y luz.
          Esteban

        • El Hombre de la Rosa

          Cuando se versa de amor el sentir del corazón de la pluma engendra la felicidad en los momentos más sublimes de la vida estimado Esteban..
          Un placer pasar por tus letras...
          Saludos de amistad...
          El Hombre de la Rosa

          • Esteban Mario Couceyro

            El placer es mio, estimado amigo, al recibirte en estas letras.
            Un abrazo.
            Esteban



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