Cuatro décadas
gobernando
un triste reino,
mi trono vacío,
abandonado subsistía,
a su lado, otro
de igual belleza
aguardaba
en soledad acompañada,
irónicamente,
Rey sin Reina,
como montaña sin nieve;
cuatro décadas sintiendo
el sabor de tu ausencia,
paseando las noches
imaginándote solitaria.
Navegando por la soledad
en los instantes
que en las batallas
no estoy,
… ¿de qué ha servido
conquistar territorios,
derrocar reinos?,
una forma de vivir
acumulando emociones
y fortunas que son
nada más que desaciertos,
coronando mis sienes
en un reino sin súbditos
ni plebeyos,
con vestidos hermosos
tejidos con hilos de oro,
rindo tributo a la soledad,
imagino la bella sonrisa
de una ninfa, alguna vez
en una travesía,
su delicado perfume
llego hacia mis sentidos,
tan quebrados esos recuerdos
de un ayer ambiguo,
no sé cómo mas
puedo cumplir este castigo;
cuatro décadas
parece poco tiempo,
y ahora, al cumplir
el inicio de una nueva,
tu llegada a invadido
los territorios de mi alma,
tú, sin estrategia alguna,
de par en par haz abierto
las puertas de mis aposentos,
tan terrible como estocada
de espada, tu romántico amor,
en embrujo
podría quitarme la vida,
o perdonármela viviendo
a merced de tu dominio,
más, decidiste reinar conmigo,
dejar al olvido,
declaraciones de guerra,
conquistas sin sentido alguno,
de tu mano,
abandone mis posesiones,
mi castillo
jamás se vio tan pequeño,
solo los tronos
he podido llevarme conmigo
como única posesión,
en mi galeón, ocupados están,
la Reina y su Rey gobiernan
los territorios
de sus vidas unificados,
inmenso es el mar,
de su mano observo
amaneceres, atardeceres,
noches estrelladas,
el viaje largo, a algún destino
nos llevará;
su soledad y la mía,
en el silencio
flotan tras de mi barca
que se aleja del territorio
infértil que acumule,
… cuatro décadas
gobernando
un triste reino,
mi trono vacío,
abandonado subsistía,
a su lado, otro
de igual belleza
aguardaba,
cuatro décadas sintiendo
el sabor de tu ausencia,
paseando las noches
imaginándote solitaria,
cuatro décadas
parece poco tiempo,
y ahora, al cumplir
el inicio de una nueva,
tu llegada a invadido
los territorios de mi alma,
bendecido bajo el amor
de tu espada soy,
la mía blandida es
en estos vientos de paz,
… cuatro décadas,
y el inicio de una nueva.
Wellington
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de agosto de 2018 a las 12:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
Comentarios1
Paraisos paensativos, estigmas
ideales de versos sedativos;
solo el agua templa al hierro,
rompe dudas, forja voluntades.
Pero el camino es humo, lleno
de errores, afila corazones y, a otros
los ahuma para ser cortados
por senderos luminosos.
Somos espada, caminamos
en la sombra, rayando el alba
de nuestros duros corazones
llenos de ternura desconchada.
Somos Himno, filos verdaderos
con brillos de heridas nebulosas.
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