Luminosa, telúrica, afilada
y húmeda,
flameante en el estandarte rojo.
No espera la noche, domina las estaciones
con su danza y mantiene lejos
a los recuerdos.
No tiene espacio para nombres,
solo espera que el agua la deje llegar
a la orilla
y arrancar las flores que siguen
creciendo en su piel.
En el pasado, su fresca arquitectura
cayó en malas manos,
dejándola extraviada y sola.
Mas tiene abierta una puerta,
un abismo de gozo
donde caigo desesperado
y sin retorno.
- Autor: Adolfo Flores Facundo ( Offline)
- Publicado: 2 de agosto de 2018 a las 01:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
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