La luna menguante, en su silencio sublime,
Arropó tus lágrimas chillonas.
Las meció sobre sus curvas
Mientras cantaba una canción de cuna.
La melodía rompió todo:
La paz de la noche,
El correr de las horas,
El grito del náufrago,
La voz de su amada,
La luz que arrojaba,
La sombra escondida,
La oscuridad certera,
El aullido del lobo,
Un avión de papel
Y un sueño recurrente.
“Y el corazón que le prometí al mar
A cambio de obtener tu amor
Se lo robó de la marea, en una botella,
Un náufrago hambriento de nostalgia”.
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Autor:
Laura Fynn (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 2 de agosto de 2018 a las 20:48
- Comentario del autor sobre el poema: Las palabras que se ahogan siempre saldrán a la superficie en forma de emociones, o una demostración creativa. A veces no es posible saber si lo correcto es que dejarlas atrapadas o soltarlas, pero si quieren salir, déjalas salir.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas
Offline)
Comentarios1
Muy cierto Laura, no siempre, nos es dado, dejar fluir esas palabras, que expresan nuestras emociones, y las vuelcan hacia la libertad.-
A veces, deben quedar contenidas ....
Preciosas tus letras, me encanto leerlas.-
Un cariñoso saludo.-
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