Me acostumbré a mi vida en tonos grises
Y a andar las callejuelas solas y obscuras
Y llegas, como torbellino de aventuras
Y llenas mis horas de colores y matices
Abres las ventanas y así escapan locas
Todas mis tristezas, fieles compañeras,
De algunas infamias, ocultas y señeras
Que no soportan la luz de lo que tocas
¿Y ahora? —me pienso, yendo de tu mano—
Y las flores me susurran historias amorosas
Y siento como cantan los geranios y las rosas
Mientras el cielo sonríe en nubes, muy ufano
¿Cómo podría volver a mi casa siempre sola?
Luego de haber andado de tu brazo preso
Te detengo de los hombros y ahí, te beso…
Y te miro cuando tus mejillas se arrebolan…
¿Y ahora?... te pregunto, haciéndome el valiente
No lo sé… tú dime —Me contesta tu sonrisa—
Y antes que lo piense te beso otra vez, de prisa
Y tú, cierras los ojos, hermosa y complaciente
¿Y ahora?... Preguntas poniéndome a prueba…
Y yo, te estrecho y haciéndome el sabio digo:
O me voy a mi casa, y te vienes conmigo…
O te vas a la tuya… ¡y contigo me llevas!…
- Autor: Catelgood (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2018 a las 02:30
- Comentario del autor sobre el poema: Nada más sorprendente que la llegada de alguien que vuelca patas arriba la vida... dulce y angustiantemente sorpresivo y esperado... eso creo, eso pienso, eso quiero...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 23
Comentarios1
Buenísimo! Me ha agradado mucho. Muy creativo e interesante en un diálogo donde la respuesta la da un corazón deseoso de la persona anhelada .
Gracias mil, Mallez. Es el premio primero y último de un escribidor... que alguien más lo tenga y si es tan generoso como usted, lo disfrute. Tal es el peso de su presencia y su comentario. Un abrazo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.