En medio de esta gran tempestad,
Que los vientos de egoísmo han formado,
Me arrojan inclementes y sin piedad,
A oscuro y lejano horizonte zozobrado.
Tropiezo y caigo, no diviso el faro de tu luz.
Crepúsculo que opaca en mi desesperación,
Niebla que amenaza con disipar el arcaduz
Canal nítido de amor, alabanza y oblación.
Y ante interminable noche de fe que vivo,
La tormenta de culpa, me lanza y ahoga.
Empañada de niebla el alma suspira y boga,
Y devora la poca esperanza que concibo.
Y ahí, entre todos los que contritos reman,
Tratando de vislumbrar la otra orilla,
Resuena tu voz Señor,!Oh maravilla!
Enarbolando gozoso, los albores que llegan.
Y vienes a nosotros, entre las aguas caminando.
y las brumas del miedo, tristeza y dudas, se alejan.
Tus brazos se extienden, el abrazo esperando.
Sonriendo nos saludas y dices. !No teman!
- Autor: Yoyi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2018 a las 17:50
- Comentario del autor sobre el poema: Tan solo, un momento de meditación, descubriendo y maravillándome de la presencia del Señor, en mis peores momentos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: cardenal, mgs1984
Comentarios2
Bellísimo poema , me ha encantado navegar en estas letras tan llenas de fortaleza y sueños nos invitan siempre a cobijarnos en la presencia de Dios a pesar de toda la tormenta que nos acorrala. Fue un placer adentrarme a tu poesía. Un saludo grande y abrazos fuertes de amistad. Un apapacho y buenos deseos!
Te agradezco tu amable visita por estas mis líneas, estimada amiga poetisa.
Te envío un cálido saludo de luz y letras. DTB
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