Supe que me esperabas a través de la nada,
a través del espacio supe de tu existencia
cómo sabe el creyente la existencia del Padre.
No me cegó un rayo, como a Saulo de Tarso,
una negra nostalgia oprimía mi alma.
Te busqué en mil mujeres, me dejé el alma en ellas,
me arrastré por caminos enredados de zarzas,
pero cada mirada me volvía la espalda,
pero cada caricia arañaba mi alma.
Y pasaban los años y yo desesperaba
y creía encontrarte cuanto más te alejabas.
Descendí a los infiernos por hallar tu morada,
ascendí al paraíso cuando te sospechaba,
pero el sol inclemente, chamuscaba mis alas
y caía a la tierra como un Ícaro en llamas.
Mas un día de invierno, cuando nada esperaba,
se cruzaron mis ojos con tu dulce mirada
y esa voz intuida se clavó en mi coraza
arrancando los miedos que cegaban mi alma
y lo supe al momento, eras tú a quien buscaba.
A través de cien vidas, regresabas a casa.
- Autor: Jose Luis Posa Lozano ( Offline)
- Publicado: 6 de agosto de 2018 a las 10:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: larisadelesqueleto, Luna en mar, itxaso, Alberto Escobar, Alicia Gris
Comentarios1
Pasión en clave poética.
Felicidades J.L.
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