Perdón por esta errada vida mía
que tan alegremente he malogrado.
Sufro si recuerdo el triste pasado,
un eterno lamento padecía.
Pienso y no siento ninguna alegría,
pues, aun de esperanzas sigo privado.
Seguir viviendo es cierto y obligado
persisten penas y melancolía.
Lo afirmo, mi corazón ardería
si por ventura me sintiera amado.
Aunque por siempre me será negado,
desde mi ventana te soñaría.
Perdón compasivo yo imploraría.
Lo que jamás me será perdonado
es vivir una vida en el pasado.
No imaginé que te lastimaría.
Evocando recuerdos, yo dormía.
Ensueño y despierto desengañado.
Sueño, tu sonrisa lo envuelve todo.
Con verte, mi vida iluminarías.
Mi pobre corazón renacería
reviviendo aquello que fue borrado.
Obviando, penando el daño causado,
ya triste y cobarde, desertaría.
Esta vida, a nadie desearía.
Muere honrado un poeta enamorado,
que en una guerra cruel está embarcado.
La penitencia es tarea baldía.
A la guerra dispuesto marcharía.
Herido, caería desangrado
sin redimir el abyecto pecado.
Tan solo así, mi alma se salvaría.
- Autor: Antonio Segar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de agosto de 2018 a las 20:33
- Comentario del autor sobre el poema: La conciencia, nuestra eterna compañera, que vendrá con nosotros ahora y siempre, allá donde nosotros estemos... Por toda la eternidad. (Poema de métrica y rima clásico. Versos en cuartetos endecasílabos de arte mayor y rima A-B-B-A)
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
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