Tengo un enjambre de sentimientos
dentro de este corazón terco, que se
niega a expresar sus pensamientos.
Mi vida tenía un rumbo muy acomodado
a la rutina, día a día era la misma situación,
mis ojos admiraban con tristeza los nuevos días,
cada mañana al despertar deseaba volver a soñar.
Tiendo a recordar el día que tú llegaste a mi vida,
¡fue como una tormenta llena de emociones!.
Por momentos imaginaba tomarte de la mano,
y caminar juntos a donde nadie nos envidiaría.
Como un mago alucinaste a este corazón vago,
esa mirada fuera de serie se clavaba en lo más
profundo de mi ser.
Tenías manos de jardinero, supiste bien
como cultivar tantas emociones en la fina textura
de mi piel. La calidez, el amor y la sencillez, hicieron
de este sentimiento el fruto perfecto.
Como un buen militar tomaste como misión,
enamorar y desglosar cada sentimiento dentro
de un corazón añejo.
Con rosas frescas de abril, adornaste la habitación
dentro de mí, abogaste por un alquiler de varios días,
era justo otorgarte la residencia permanente
de un sentimiento que crece.
Tu mirada era una droga activa,
tus labios el más dulce licor,
ambos me tenían envuelva en adiciones
todos los días, quien diría que el amor era
¡una dulce delectación!.
Tengo un enjambre de sentimientos dentro
que el corazón no sabe expresar con palabras,
tiene una debilidad al hablar, le impide confesarte
¡que siempre te va amar.!
- Autor: Ruth García. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2018 a las 18:06
- Categoría: Carta
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Tot Alicanto
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