Se desnudan rotas nebulosas
como si los himnos de los hombres
las complacieran en su mansedumbre;
!idiotas!, son indomitas y se rebelan
en su huida nada mas salir de la boca.
A donde?. A donde el ruido no altere
su nota en el extravio de su fuga:
al universo de los niños, al ser callado,
al mundo que se desboca en las miradas.
Y de mis ojos caían calladas
una nidada de rocas en desbandada
que en la boca rompian las palabras,
había nacido precipicio;
el silencio era la canción del terraplén.
- Autor: Sinediè ( Offline)
- Publicado: 10 de agosto de 2018 a las 12:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 100
- Usuarios favoritos de este poema: Beatriz Blanca, Dreamss, Margarita García Alonso, Frida Alcántara, LeAnDro silencio es salud en soledad, Mariol, María C., Diego Nicolás García Contreras, Texi, Lolaila, Châmänå, Ben-.
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