Se fue el sol con tu secreto
de tierra profanada. . .
Fatigado arrastra tu silencio de madera
por los promontorios hastiados;
pesa tu cruz doliente de doncella despojada
en los brazos candentes
que se alargan y se pierden.
La voz que sueñas emigró temprano.
¿Para quién sembró el labriego
la fruta que en las sombras se consume?
- Autor: Basilio Dobras Ramos ( Offline)
- Publicado: 10 de agosto de 2018 a las 12:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
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