Déjame pasear tranquilo,
¿qué es la vida?.
Te he visto vestida de ángel,
mis venas se tensaron en el aire,
espejo de la luna.
¿Qué era yo a tu lado?
Déjame verte mi propio reflejo.
Al lado tuyo yo,
preciosa luz sin sombra
¿Qué es el cielo para nosotros?
Abrazáme sin brazos,
¡Oh! mis venas son las tuyas;
mi corazón se ha sublevado.
¿Qué sueños nos sostienen?
Los pasos errados en la vida
ahora tiemblan como el suelo,
carne y huesos somos nada más.
Déjame libre en el aire,
pésame como a una pluma.
Mira lo que ha atrapado una araña
en su indescifrable tela.
Hoy he vuelto por los mismos caminos,
hay un sabor a nostalgia, anís y caramelo.
Mi templanza se fue perdiendo
como el viento tibio del limonero.
La araña ha cazado una pluma,
quizá ella aún me piense en sueños.
Aquí me vez luna, espejo de mis huesos; yá mis venas se van congelando.
Me consumió rápido la pereza.
Olvídalo todo en silencio,
que nadie sepan, nunca jamás,
que me he helado con ella.
Déjame inconcluso,
que corra el agua del río;
un pez observará el tenue reflejo y yo
aún frío seguiré siendo parte de ella.
- Autor: Danilo D ( Offline)
- Publicado: 16 de agosto de 2018 a las 01:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Noelia Maya, Amaneceres Abruptos
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