TE AMAMOS, ¡«PRÍNCIPE DE LEGIÓN DE DIABLOS»!

DEMÓDOCO

 

[Narraciones de Claustro Universitario y Extramuros Académicos]

Por Alberto JIMÉNEZ URE

Marietta Santa Ana, famosa periodista de la extinta Radio Caracas Televisión, filmó varios reportajes que impactarían a Venezuela. Entre ellos, uno sobre la existencia de presuntas «Sectas Satánicas» en la ciudad de Mérida. Jesús Rondón Nucete, profesor de la Universidad de Los Andes, era gobernador del Estado cuando [como consecuencia de ese amarillista trabajo periodístico] una noche personas no identificadas lanzaron «bombas incendiarias» contra la residencia del filósofo José Manuel Briceño Guerrero y también volantes en los cuales aseveraban que el citado docente [adscrito a la Facultad de Humanidades] y yo éramos los autores intelectuales del «Movimiento de Comegatos», una situación bochornosa y lamentable. Me preocupé: solía pasear con mis pequeñas hijas por áreas adyacentes al Rectorado [en cuya «Oficina de Prensa» yo trabajaba] y la Plaza Bolívar.

En los papeles impresos difundieron que Briceño Guerrero era ideólogo principal del Satanismo y yo un «Príncipe de Legión de Diablos», por el contenido de una novela que recién me había publicado la Universidad de Los Andes: titulada Dionisia (1993) Apedreaban vehículos que tenían vidrios ahumados y hostigaban, en la calle, a cualquiera que vistiese ropas oscuras [casualmente, mis favoritas durante toda la vida]

Casi siempre trajeado con suéteres negros, gustaba caminar con mis adorables criaturitas porque les compraba helados y juguetes en cada recorrido, haciéndolas felices. Algunas personas me advertían que fuese cauteloso: el diario Frontera, para el cual fui columnista hasta el advenimiento del «Socialismo» [que me vetaría], ya publicaba noticias sobre transeúntes golpeados o intimidados por sus ropas.

Un mediodía, cuando iba con mis hijas por el Viaducto «Campo Elías» en busca de una heladería, me sorprendió mirar una caravana de motocicletas al frente y detrás de uno de los vehículos oficiales donde se desplazaba «El Reyecito» Rondón Nucete [así apodaba el pueblo al gobernador] Él pidió a su chofer detenerse a mi lado. Me invitó subir con las niñas a la máquina de rodamiento.

-Quiero que sepas, Albert, que decidí apoyar financieramente tu revista ALEPH universitaria –me dijo sonreído-. Sólo debes llevarla diagramada a la Imprenta del Estado, previo retiro de una órden de publicación que te dará mi secretaria.

-Gracias, infinitas, Jesús –inferí-. Es una magnífica noticia, porque un Director de Cultura de la ULA sabotea mi magazín literario. Debo, amigo, aprovechar esta plática para expresarte mi preocupación por el ridículo hostigamiento que padecemos los satánicos del imaginario popular en la ciudad. Puede ocurrir una tragedia. Eres nuestra máxima autoridad civil, está entre tus atribuciones frenar esas peligrosas estupideces mediante la policía.

-No te preocupes, estoy enterado: ya di las instrucciones correspondientes para acabar con ese insólito asunto […]

Salí del auto con mis bebitas al llegar a la Plaza Bolívar, antes que el jefatural entrase al Edificio de la Gobernación. Luego nos desplazamos por la Avenida 04 hacia abajo, rumbo, de nuevo, hacia el viaducto donde nos había recogido Rondón Nucete. Me detuve a comprar tres barquillas y, cuando subíamos para regresar al Rectorado, un grupo de –aproximadamente- diez jóvenes nos interceptó en la Catedral para arrodillarse frente a mí y reverenciar mientras repetía:

-¡Te amamos, Príncipe de Legión de Diablos […] Te amamos, te amamos […]!

A mis lindas e inteligentes chiquitas les aterró ver tantas muchachas y varones practicar la sumisión devota o Ritual Demoníaco. Adhirieron, fuerte y desesperadamente, a mis manos alejándome del lugar.

 

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  • Autor: DEMÓDOCO (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de agosto de 2018 a las 05:56
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 39
  • Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas
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Comentarios +

Comentarios3

  • Elieser Wilian Ojeda Montiel

    Recuerdo muy bien de estos incidentes, de lo que el imaginario popular merideño se hacía eco por entonces; y del daño que los mass media inoculan en la ideosincrasia popular.

  • Maria Isabel Velasquez

    Es interesante tu historia.
    DTB SIEMPRE

  • Ana Maria Germanas

    Sabes Alberto, me estoy volviendo adicta a tus relatos.-
    Cuentas, tus cuentos, con extrema habilidad y convocas la atencion en forma extrema .-
    Eres un excelente escritor.-
    Placer de leerte.-
    Un cordial saludo.-



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