Se desmiembra el oro en la siega
del seráfico trigo en las cúspides,
y al desparpajo cristalinas gotas relucen
la preñez del relámpago que siembra.
Ya se tientan los crepúsculos en la siesta.
Más en la improvisación que en la costumbre
de besar el cuerpo amado con vela de relumbre,
el tiempo arenga la seducción del macho y la hembra
Que a toda esencia humana aqueja
la progenie de vida en el hueso,
resume resonantes fragmentos de fuego
y la nueva esencia estalla en nuestra pareja.
Y ya mismo el niño proclama con su lengua
envestido con la hermosura de tu cuerpo,
tierra amanecida de albores y epicentros
cuando engendras torrencial amor toda tu belleza.
Plasmada en napas profundas de forestas,
amanecer de júbilo cantaban azules cedros
cuando socavamos la virtud en perplejo silencio
el hijo manifiesto es fruto austero en la cópula tierna.
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- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 11 de agosto de 2018 a las 08:35
- Categoría: Amor
- Lecturas: 15
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