Entonces, Dios hizo barro
cuando aquel charco se secó
y me dio este cuerpo
que con sus manos moldeó.
Jamás comprendí
a qué quiso jugar el señor
fabricando está materia
a la que luego alma le dio.
Hasta tu llegada,
no encontraba la razón
porqué este cuerpo con alma
la reliquia de su invención.
Pero ahora te miro y me miro
y todo se desveló.
Comprendo cual existencia
y el porqué me creó.
Me dio Dios una boca
para gritar que te quiero.
Para murmurar entre rosas
que eres tú mi cielo.
Que me dio unos brazos
para agarrarte cuando sientas miedo.
Para chocar contra tu pecho
el amor que te tengo.
Que me crearon unas piernas
para correr siempre a tu destino.
Para desgastar hasta mis suelas
en los pasos de ese camino.
Que luego me puso alma,
Para tatuarme en ella tu olor.
Para grabarme como a fuego
la sentencia de tu amor...
Que, al fin, aquí dentro
Dios un corazón depositó,
por si algún día el tuyo falla,
el mío poder dártelo yo.
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 14 de agosto de 2018 a las 07:12
- Comentario del autor sobre el poema: Dedicado a mi hijo Fernando.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 89
Comentarios2
Buen poema poeta saludos
Muchas gracias estimado compañero de letras..
Un salido!
¡Precioso!
Me encantó leerte.
Un saludo
Muchas gracias luna.
Un abrazo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.