Dónde estás mi desmedrada dama,
Pequeña flor qué meda su aroma por la mañana
Con fragancia amor de una tierna dama,
No te vayas ahora que me enseñasteis
A toar una flor sin marchitar ni desojarla,
Y poder acariciar sintiendo la suavidad de su piel
Y conocer el sabor de tus labios,
Aunque sea en sueño
Cuando camino por la oriya de una huella,
Me gusta ver los pajaritos y las aves como se echan a volar
Y vuelan en plena libertad es la que deseo para amarte,
Cuando te marchaste me dejaste en silencio en medio de la soledad
Qué difícil es vivir con los reproche de la vida,
Más cuando la pequeña flor se ha ido sin poderla encontrar
Te alejasteis y alejasteis la felicidad,
Que invadió mi vida cuando te conocí
Cuando o cada día que sonreías,
Creo que no sabes cuánto valor
Tienen tus palabras cuándo tus no estas,
Sabes no quiero que tengas pena
Que yo no te dejaré de amar,
Como me gustaría saber que será de ti
Que brazos te protegerán mientras llega mi fin,
Mi dama pequeña no sé qué será de mí estar sin ti
Serán más largos los días o no abriré mis ojos por la mañana,
Supongo que encontraras amores de tu edad
Pero como el mío jamás solo hay un corazón en la humanidad,
Que te ama de verdad mi amor otoñal.
Autor eco del alma
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Antofagasta, 29, 07, 2016.
- Autor: Eco del alma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de agosto de 2018 a las 13:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: anbel
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