Cómo deseaba que rodearas mi cintura, poder hundir mi nariz en el aroma de tu cuello. Tenés perfume a juventud, a hombre, a especias. Mi mano casi se apoyó en tu muslo, pero recordé que soy un maldito agujero negro, un universo en colapso que se pierde sin perturbar tu mirada. Nunca mi contacto generará un temblor, nunca tendré la luz necesaria, ni buscarás mi compañía en el silencio. Dame motivos, un rechazo directo que me convierta en esquirla. Solo así podré volver a nacer, con un big bang que aniquile tu recuerdo.
- Autor: camila campoz ( Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2018 a las 00:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Amaneceres Abruptos
Comentarios1
Bravo! Me ha gustado
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